miércoles, 20 de abril de 2011



Evitamos
el degarramiento del cuerpo por la navaja de la verdad
esa que revienta el pecho
que enjaula en un traje de costuras inconclusas.
Chorrean cadenas
caen despacio desde la sangre olvidada...
caen despacio de la soledad
Evitamos
aullar los zumbidos agrios sin melodía
la poesía recorre los contornos de lo innombrable siniestro.
La repeticion de los sucesos
deja un cuerpo temblando como lo hace el enemigo
que ya nos unimos el.

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